El Tradicional Callejón del... ¿Preso?

Es toda una tradición. Todo aquel que ha estado en Guanajuato ha escuchado hablar acerca de él o incluso ya lo visitaron. Si fueron en pareja, es 99.84% seguro que de hecho hicieron la mamada esa de que la damisela en cuestión, toma el lugar de la legendaria Doña Carmen mientras que el galante caballero se posesiona del papel de Don Luis y, acercándose gracias al espacio de menos de 70 cm entre los balcones del estrecho callejón, hacen honor al nombre del lugar con un tierno ósculo que seguramente quedará grabado en sus memorias (de 1, 2 ó 4 GB) para que puedan presumir que, visitaron Guanajuato y fueron, por supuesto al Callejón del Beso.

Son muchísimas las leyendas que rodean a esa hermosa ciudad pero la que se refiere a esta callejuela en particular parece estar en peligro. Me explico. El Ayuntamiento (panista) de Guanajuato acaba de aprobar un bando de policía y "buen gobierno" que castiga con 36 horas de cárcel o multas hasta de 30 salarios mínimos (más de mil 500 pesos) a quienes pidan limosna, digan palabras altisonantes, vendan en la calle, hagan manifestaciones o se besen (Fuente: jornada.com) Así como lo leen:

Guanajuato: cárcel o multa a quienes se besen en la calle.

Bueno, y luego los panistas no quieren que se les tache de mochos, retrógadas, inquisidores, Abascales, ridículos o de plano simplemente pendejos. En lo que respecta a los promotores turísticos, estoy de acuerdo, me caga los destos que se te acerque un cabrón cuando tú andas de vacaciones para tratar de venderte algún tiempo compartido o un paquete sensacional en Comanjilla (¿no han ido ahí? Está bien chingón). A esos cabrones deberían colgarlos de un huevo en un árbol.

Lo de los puentes peatonales también es una mamada. "¿Por qué?" se preguntarán algunos "Eso está bien para la seguridad de las personas". ¡Mis huevos! Si alguien no tiene el suficiente sentido común como para subir un puente peatonal y evitar que le saquen todo el relleno cremosito por ser lo suficientemente pendejo (o huevón) para no hacerlo, pues se lo merece. ¡Adelante! Ya somos demasiados y lo que necesitamos es hacer espacio para futuras generaciones. Y para mi casa por supuesto.

Ahora bien, la joya de la nota de La Jornada es, definitivamente, el comentario de Marco Antonio Figueroa:

"Marco Antonio Figueroa, regidor panista, afirmó que una de las razones para prohibir los besos en la calle es prevenir que las adolescentes de secundaria queden embarazadas."

Creo que a este pobre cabrón no le han explicado bien cómo es la ingeniería del asunto. Supongo que también ha de creer en la generación espontánea, el monstruo del Lago Ness, el Sasquatch, la Carabina de Ambrosio, el "claro que sí te aviso antes de terminar, no te preocupes", los OVNIS, en Maussan, en el Papa.

No pinches mamen. Ahora que no mencionan nada de los autos. ¿Qué tal una buena sesión de demostraciones cariñosas en el carro? Digo a final de cuentas el automóvil ES propiedad privada así que ¡a la chingada pinches panistas mochos hijos de su vaticana...!

Chingado, me recuerdan a las monjitas del Colegio en el que estudié, que se cagaban cada vez que nos veían en la secundaria saludar a las compañeras de beso.

Iosephus Dixit