Noten las caras de estupor por no recibir más que pura madre
y vean que la única ridícula imbécil posando es la mamá que los acompaña.
Yo sí les iba a cerrar la puerta para mandarlos a la chingada por mamones y para darles una importante lección: La Vida está llena de sorpresas y no importa si te disfrazas o no, no la puedes engañar, siempre va a encontrar la manera de joderte y burlarse de tí. Esa era mi idea al tomarles una foto haciéndoles creer que estaba divertido por sus ocurrencias y disfraces y que les iba a dar algo, para luego cerrarles en la cara y decirles que se fueran o llamaría a la policía o liberaría a los perros.
La paciencia y diplomacia que caracterizan a mi compare provocaron que nomás le diera risa; luego sacó una bolsita de dulces de hace como dos semanas y que ya nomás tenía como tres dulces y se la dió a uno de los niños ya pa que se largaran a la verga.
Pedir dulces de puerta en puerta... ¡Mmjá! Pfft.... ¿Por qué no están vendiendo su alma al Diablo en estas fechas, como debe de ser? Pinches mocosos valen madre.
Iosephus Dixit.