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Imaginen que se van a ir de vacaciones a un lugar que aprecian mucho y que no han visitado en, no sé, nueve años. Así que se preparan, compran los respectivos boletos, hacen sus maletas y se lanzan a la aventura y a reunirse con grandes amigos que no han visto desde hace mucho tiempo. Al llegar a su destino los recibe una nevada espectacular, un par de días después la temperatura cambia sensiblemente, a media semana pierden la cartera en la que están todas sus tarjetas (o sea T-O-D-A-S) y para cerrar la semana, unas horas antes de regresar a casa, los agarra un operativo anti-alcohol en 1er grado de ebriedad (lo que sea que esa mamada signifique).

¿Qué tal suena eso? Pues para mí fueron unas vacaciones estupendas.

Llegada: Una Fría Recepción.

Todo inició el pasado Domingo 16 saliendo desde Tierras Tapatías hasta Hermosillo para después emprender el viaje en autobús a Nogal York (qué mamón es eso de que la gente le pone "York" al nombre de sus pueblos ¿verdad? Prometo que no lo vuelvo a hacer). Aclaro que yo no soy de allá pero viví un tiempo por esos lares y por eso aprecio mucho esa ciudad fronteriza y a toda su gente que son, simplemente, una chingonería (sí ya se: "ay, ay"). Así que, a tan solo unos minutos para llegar, me avisa el Kiki que está nevando lo cual para mí es excelente porque si hay algo que me revienta los destos es el calor. Y por fin, mi llegada a mi segundo hogar:

El Satánico Dr. Iosephus regresa a Nogales.

Antes de que empiecen con la mamada de "¿y por qué tanta maleta?"
y la chingada, es que en la mochila traía una botella de tequila y
toda la carga tecnológica del viaje (cargadores, PSP, cámara)

Después de eso, un té con galletitas con Eleazar y el Kiki mientras veíamos el esfuerzo de la selección por meterle 5 goles a Haití. Y lo lograron, pero como también les metieron uno, ps de cualquier manera se la pelaron y (¡oh, sorpresa!) no van a ir a los Juegos de la XXIX Olimpíada de la Era Moderna en Beijing. Así que no quedó más que continuar la tertulia acompañándola con grandes cantidades de carbohidratos.

Fraternitas Nogalensis: El Kiki, El Satánico y El Eleazar

Por cierto, hubo un episodio interesante: en un momento dado, cuando disfrutábamos particularmente la reunión y habíamos reído como locos, Eleazar nos dice desde lo más profundo de su alma: "No mames, estoy pisteando bien a gusto. Como una vez que fui con unos clientes y no pagué nada". La mirada que inmediatamente dirigí al Kiki decía "prepárate para pagar su parte" y fue suficiente para que nos cagaramos de risa ante la curiosa indirecta. En honor a la verdad, Eleazar pagó la cuenta. Afuera estaba cayendo una nevada marca nononononomamesbiencabrón, por lo que estaba haciendo un poco de frío:

El panorama después de la nevada recepción.

Posteriormente la agenda continuó con importantes reuniones para discutir diversos temas relacionados con el calentamiento global, la situación geopolítica actual, la ventaja que podrían tener los automóviles híbridos sobre las motorizaciones diesel, la polémica sobre si Hugo es un pendejo o un genio, etc.

El Satánico en pleno entrenamiento para cuando alguien se me ponga pendejo.
Sí, me gusta ese juego ¿y qué pedo?

Para alcanzar esos objetivos se nos unió el Gabo, M. A., a quien no veía desde hace un megamadral de años.

El Gabo M. A., El Satánico y El Kiki buscando la Iluminación.

Y eso era tan solo el principio de la semana. En próximas fechas: cerveza, reuniones, cenas, cervezas, El Mario se reintegra, cerveza, las meseras del Applebee's y El Extravío. ¡Ah! Y tequila.

Y cerveza.

Iosephus Dixit