sábado, 5 de abril de 2008

Ejercicio Diez. Requiem por un Texto

Ya está publicado el ejercicio número diez de Metatextos. En esta ocasión el tema fue un funeral y las conversaciones escuchadas durante dicho evento. Las opciones eran las siguientes:

a) Un atacante suicida.
b) Un condenado a muerte.
c) Un personaje literario.
d) Ustedes mismos. (O sea no ustedes que están leyendo esto sino los que participamos en el ejercicio)

Yo elegí la primera opción, el atacante suicida, pero no en un país lejano y de nombre impronunciable, sino aquí, en nuestro México, en una especie de realidad alterna en la que nuestra cultura se ha mezclado con el extremismo islámico creando un, digamos, bonito desmadre. Claro que hasta nuestro idioma está influenciado por esa cultura (derivado del dominio musulmán de España durante los siglos VIII y IX y que los conquistadores trajeron hasta estos lares) pero en el texto traté de hacer esa mezcla más marcada.

A continuación el texto que envié para el taller, espero les agrade.

De Mártires y Vírgenes

Wad-al-Hayara. Septiembre, 2110.

-¡Héroes! Eso es lo que son. Y mira que hay que tener bien puestos los huevos para hacer lo que ellos hicieron. Héroes, chingado… ¡Héroes!

La voz de don Elpidio Abdul Ibn-al Abdul se quebró al recordar a los šuhada de la Yihad Mexicana que en ese momento acompañaban en solemne cortejo fúnebre: sus compadres Don Yusef Martínez Farid y Don Miguel Kareem Aziz, quienes se habían inmolado en un ataque final que derrotó definitivamente a los últimos infieles que se resistían a la conversión.

-Yo lo vi- decía alguien en voz baja- las llamas medían como cien metros.

-Yo creo que sí llegó como a medio kilómetro- decía otro.

-Dicen que se veía la cara del Único entre las llamas- acotaba uno más.

-¿Y sus familias?- preguntaba uno menos amarillista.

-El Gobierno se hará cargo. Nada les faltará y recibirán los honores que se merecen por ser herederos de héroes, ¿verdad Don Elpidio?

-¡A huevo!- contestaba el acongojado compadre- Se merecen un “menumento” esos cabrones. ¡Ojalá estén disfrutando de setenta y dos vírgenes cada uno!- concluyó don Elpidio recibiendo una severa mirada de las viudas a quienes no agradó mucho esa idea.

Wad-al-Hayara. Una bodega. Dos días antes.

-Pinche compadre ¿de dónde sacó tanto chingado explosivo?

-Un trueque. Se los voy a vender a la Brigada Suicida. Pinches loquitos ¿no compadre?

-Pos cada quien hace de su culo un papalote…

-Y lo vuela… ¡Pero en mil pedazos!

Ambos compadres se carcajearon mientras Don Yusef descubría un cable rojo en una de las cajas de explosivos.

-¿Y esta mad…?

El detonador se activó y la explosión llegó a cien (o quinientos) metros llevándose a los compadres, la bodega y a los infieles que, después se supo, se encontraban justo encima de ellos.

¿Y las Vírgenes? Ni una.

Iosephus Dixit

7 comentarios:

Lu García dijo...

jajajajaja por supuesto que mi opinión es importante para mí, pero soy tan generosa que te la regalo...

me gustó tu ejercicio

chau.

(pss, pss ti no lleva acento)

Iosephus dijo...

Jajaja, gracias lilith, qué bueno que dejaste tu opinión por aquí. ¿Acento? ¿Cuál? (jeje, ya lo corregí, gracias).

Saludos.

-antonio dijo...

Pos mi opinión nisiquiera es importante para mí... así que dejo un saludo: Saludos.

Creeperius dijo...

Ese tipo de "héroes por accidente" nos rodean, quizás por la creciente necesidad de un líder, un guía, o al menos, una justificación.

Muy bien logrado mí estimado Iosephus. Felicidades por su muy bien logrado texto!

Iosephus dijo...

Boqueño: Pos saludos, jajajaja. Y su opinión siempre es bienvenida.

Felipe: Muchas gracias por leer, y sí, nos vemos en la necesidad de inventar héroes porque ps la plebe los necesita en cierta forma ¿no? Saludos.

Fascist Baby dijo...

jeje me gusto el final..no hay virgenes..ni una sola.

saluditos =)

Iosephus dijo...

Fascist-Baby: Gracias, qué bueno que te agradó y sí, parece que son una especie en peligro de extinción... jajajajajaja.