jueves, 21 de julio de 2011

Hispania

Arribo

No le voy a dar muchas vueltas. Estoy en España. Madrid para ser más exactos y aquí estaré durante un buen rato (o al menos eso espero). Los curiosos caminos laborales me han traído hasta aquí y, después de haber estado esperando este nombramiento, ya me encuentro en tierras ibéricas iniciando el reconocimiento del terreno.

Mi crónica inicia la semana pasada, el día 11 de Julio, cuando después de una serie de reuniones y despedidas (que fueron de lo divertido a lo emotivo) salí temprano de mi casa con rumbo a la Central Avionera de Guadalajara. Iniciaba así el viaje que me colocaría en territorio primero chilango, para tomar el vuelo de conexión, y posteriormente en el Reino de España.

Reino de España, visto desde... bueno, desde un plano.

El vuelo estuvo bien, fueron únicamente 10 horas y media desde el DF hasta la península ibérica a donde llegué cuando eran casi las 7 am hora local (es decir casi la medianoche tapatía). Dormí un poco en el avión y cuando aterrizamos me sentía bien, sin broncas, listo para iniciar el día. Tanto que de hecho ya tenía agendada una reunión para las 10 de esa misma mañana. ¿Jetlag? ¡JA! Habría que vencerlo lo más pronto posible. En fin, desde GDL ya había yo reservado en un hotelillo céntrico (aunque un poco "X") para tener a dónde llegar esa primera noche. La ventaja era su localización en el centro de Madrid y su vista desde la ventana.


A esto es a lo que llamo una sucursal bancaria y no mamadas. 
Es el Banco Santander.

Su cercanía con la Calle de Alcalá y la famosa Puerta del Sol provocaba un movimiento constante de personas y vehículos en las inmediaciones del hotel pero lo bueno es que las ventanas aislaban por completo el sonido incesante de la noche en la Capital Española.


Otra vista de la Calle de Sevilla en su cruce con Alcalá

Tras instalarme y asearme, me fui a mi reunión de las 10. En esencia ese primer día fue de reconocimiento, reuniones, aprendizaje de lo básico con respecto a la ciudad y la zona en la cual me desenvolvería. Nada fuera de lo común. Era además importante que venciera al famosos jetlag durante las primeras horas de mi estadía en Madrid. No me había parecido un gran problema en realidad... hasta después de la hora de la comida. 
 Por cierto esta fue la comida. Jamón ibérico y vino de Rioja.

Los ojos se me cerraban y ya la diferencia de horarios empezó a hacer mella en mi persona. Pero logré superarlo y aguanté hasta la noche para dormir. Los días subsiguientes fueron también de trabajo constante y seguir conociendo lugares y personas relacionados con asuntos laborales. Aún así seguía habiendo un poco de tiempo para conocer algunos lugares interesantes de la ciudad, ya saben, restaurantes, bares, tabernas, bares, plazas, bares, cafés. Bares. La cerveza madrileña no está tan mal, debo admitirlo, pero aquí la onda son los vinos. Y combinados con el famoso jamón ibérico o algún queso o incluso una buena pizza, es algo que está de poca madre.

La Plaza de Santa Ana. Al fondo Hotel ME que tiene un par de bares muy chingones:
Midnight Rose y The Penthouse



Conociendo

Madrid es una ciudad espectacular. Su rica herencia histórica y artística se ve en cada calle y en cada edificación mezclándose con las características propias de una ciudad moderna. Además he llegado en pleno período vacacional europeo por lo que Madrid está rebosante de gente de todas partes del continente y de hecho, del Mundo.

De entrada, esto fue de lo primero que vi a mi arribo a estas tierras:

 Congreso de los Diputados, sede del Parlamento Español

Después tal vez les de por voltear a un lado y verán esto:

Al fondo la iglesia de San Jerónimo el Real. 
Un poco más abajo la fuente de Neptuno

Aproveché mi primer fin de semana para poder darme una vuelta al Museo Nacional del Arte Reina Sofía, un edificio que en algún momento fue un hospital y después se convirtió en museo, combinando tecnología y modernidad al agregar a su fachada dos grupos de elevadores panorámicos desde los cuales se puede ver gran parte de la ciudad. 

El Museo Nacional de Arte Reina Sofía

Dentro de este museo se encuentran algunas interesantes obras de arte de Picasso y de Dalí, pero la joya del recinto es sin duda el famoso "Guernica".


Guernica, de Pablo Picasso, Óleo sobre lienzo, 1937

Sin embargo también cuentan con obras más modernas:

Este lo llamo "Pikachú alcanza la Adolescencia"

Después de darme una vuelta por este interesante museo (que no terminé de ver, pero que en próximas fechas volveré a visitar), salí a caminar y a ver otras bellezas de la capital española, por ejemplo la Estación de la Puerta de Atocha:

El muro con grafitti, debo suponer, es temporal.

Dostres la estación ¿verdad? Pero qué tal cuando voltean hacia la izquierda y se topan con el edificio que alberga al Ministerio de Agricultura de España:

Así nomás, sencillito él. Este edificio es tan chingón
que prácticamente no le habla a ningún otro edificio.

Después caminé por el Paseo del Prado y pasé junto al Real Jardín Botánico:

Puerta del Real Jardín Botánico

Obviamente este camino me llevó a pasar frente a uno de los museos característicos de Madrid, España y el Mundo: El Museo del Prado:

La efigie de Velázquez da la bienvenida a los visitantes. 
No literalmente porque, seamos honestos, 
si te da la bienvenida una estatua, te cagas.

Y detrás del Museo del Prado está la iglesia de San Jerónimo el Real. Hay que reconocer que el catolicismo es un asco, pero tiene muchas joyas de la arquitectura:

San Jerónimo el Real

Pero pocos recintos me emocionaron tanto como el que a continuación les presento y que está a un costado de San Jerónimo. Bastión indiscutible de la Lengua, palacio defensor del idioma, baluarte inigualable del lenguaje:


La Real Academia Española. 
Allí dentro, En el Sillón T, se sienta 
Don Arturo Pérez-Reverte. Casi lloro.

Concluyo por el momento esta primera parte de mis crónicas ibéricas. En el próximo capítulo: Toledo.

Iosephus Dixit

1 comentario:

Lidiux (come frutas y verduras) dijo...

chingon compare, chingon... y para la fumona, consigue un extinguidor y chíngatela mientras empieza a fumar temprano... y le dices, por lo menos mas tarde, chinga, mas tarde, o muy lejos, muy lejos de mi presencia....