lunes, 7 de julio de 2008

Enchílame la Máquina

Las calles están desiertas. La luz del día apenas se filtra entre las nubes que cubren el cielo, y la mayoría de los edificios parecen abandonados. Algunos están derruidos, cayéndose por la acción del abandono y la destrucción en general. Siento que algo no anda bien. No sé exactamente qué es, pero siento que algo no está en su lugar o... que va a salir mal.

Estoy dentro de un edificio con múltiples ventanas, por un momento me parece que es (o era) una barbería pero no estoy completamente seguro de ello. Estoy buscando a alguien, a cualquier persona, pero no veo a nadie. ¡Un momento! He visto movimiento detrás de una puerta entreabierta. Me acerco con cautela, sin hacer ruido; en efecto veo una sombra, definitivamente hay alguien aquí en este edificio conmigo. Hay alguien... o algo.

Me acerco lentamente, escucho algo, parece como una respiración fuerte. ¿Está oliendo algo? ¿Tiene algún resfriado o algo así? La respuesta es mucho peor de lo que creía:

Una ola de terror me asalta y, con más cautela que antes, me alejo y corro fuera del edificio. Justo cuando salgo escucho la puerta al convertirse en miles de astillas de madera. Tengo que huir, la adrenalina me invade y logro ponerme a cubierto pero no tengo nada para protegerme en caso de que surja otra amenaza. No hay Lancers, granadas, arcos, Hammer Bursts ni nada por el estilo en las inmediaciones, mucho menos un Martillo del Alba, así que me las tendré que arreglar sin armas. Tengo que avisar a quienes puedan estar cerca. Tengo que salvarme. ¡Tengo que salvarme!

O despertar...

El fin de semana me lo pasé jugando X-Box, desde Project Gotham Racing 3 hasta el Hexic que viene incluido con la consola. Obviamente no pude dejar de jugar el Gears of War y desde luego el Rock Band en el cual he estado pateando traseros en línea. Fuera de la ocasional resequedad de los ojos y dolores en los dedos de ambas manos, todo estaba bien, sin problemas. Hasta la noche del domingo (6 de Julio para ser más exactos).

Ps resulta que después de este fin de semana de videojuegos, cometí el error de cenar enchiladas de mole. Sí, fue un error. No me provocaron ningún malestar estomacal, no me cayeron mal, es más de hecho estaban bastante buenas. El problema fue otro completamente diferente. Pinches pesadillas mal pedo.

Mi recomendación: no combinen Gears of War con enchiladas de mole. Es una mezcla peligrosa.

Iosephus Dixit.

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